Recuerdo que un día me preguntaron en el colegio ¿en qué trabajan tus padres?
Mi papá es administrativo -escribe papeles, apostillé- y mi mamá es profesora. Se hizo un breve silencio y todos asintieron. Tardé tiempo en comprender que Mamá era profesora, y mucho más aún en entender que era maestra.
De pequeño no valoraba lo que hacía. Sabía que se iba todos los días al colegio y que daba un montón de clases. Algunas veces volvía a casa de buen humor, otras de malo, algunas desquiciada y un par de veces por año directamente sin voz.
Sabía que había niños que hacían que las clases fueran difíciles y que trataban de hacer la vida imposible a los profesores. Yo quería mucho a Mamá, y tenía miedo de que a ella le pasara eso, así que siempre traté de portarme bien en la escuela para no ser uno de esos pequeños salvajes.
Mamá tenía unas vacaciones largas, en comparación con las de Papá, pero tenía que ir al colegio incluso cuando no había niños. Tampoco estaba en el centro que quería, y durante muchos años iba bailando según el concurso (una cosa rara mediante la que los van cambiando de destino de vez en cuando). Tal vez lo peor era tener que tratar con los padres de los alumnos, muchas veces con peor comportamiento que sus hijos.
Después de muchos años como alumno he empezado a comprender realmente lo dura que era su profesión y lo poco valorada que está. Plantarse cada día delante de un grupo de personitas y tratar de enseñarles algo y ayudarles a crecer no es un desafío al alcance de cualquiera. Hay que tener mucha vocación, aguante y ética para lograrlo, y no son pocos los que se queman por el camino.
Tal vez lo más curioso hoy por hoy es ir caminando por la calle con ella y encontrarte con ex alumnos suyos. Que tantos años después la recuerden y la traten con respeto es algo que no se olvida. Tal vez lo más importante de lo que ha hecho es que ha ayudado a convertir a unos pequeñajos en personas y por eso es más que profesora, es maestra.
Este relato participa en la edición de octubre de los #relatosMaestros de @divagacionistas .