Tomé una bocanada de aire, me solté del muro, me dejé caer y en el momento adecuado hice palanca con las piernas y me impulsé sobre el fondo de la piscina. Razonablemente estirado, conteniendo la respiración, calculando el instante en el que empezar a bracear. Todo iba a cámara lenta, casi casi en silencio. Me desplazaba como si estuviera empujando toda el agua del Mundo. Llegué al lado opuesto, mi primer largo buceando, me giré con calma y por segunda vez me impulsé. Tampoco me costó demasiado esta vez, hasta el punto de repetir la maniobra de giro e impulso una segunda vez y completar el largo.
En ese momento, la irrealidad se hizo patente y la burbuja del sueño reventó.
Jamás, ni en mis mejores días años atrás, había logrado completar el segundo largo buceando. 35 metros, tal vez 40 habían supuesto mi límite, los 75 no habían ni estado en la categoría de anhelo.
Me desperté extrañado pero hasta contento, alegre. ¿Qué se me había pasado por la cabeza para que elaborara tan curiosa historia?
Unos días atrás, plenamente despierto, había tenido una sensación levemente familiar.
Saliera a caminar lenta y pesadamente, tal y como hago a estas alturas, y al cabo de un rato me di cuenta que tenía que volver para ir al baño. Nada extraño, soy de vejiga pequeña. Mientras retornaba mantuve la cabeza distraída charlando por teléfono y al acabar, ya cerca de casa fui consciente de que algo anómalo estaba pasando.
No me dolía ni molestaba el cuerpo, algo que me llevaba años condicionándome no sólo los movimientos, incluso la forma de pensar o de relacionarme.
Hubo un tercer momento, también tras un paseo, en que ya en casa me di cuenta que no estaba pendiente de incomodidades o amarguras. Extraño aunque agradable.
Até cabos y la explicación apareció de forma simple y efectiva: Visita al médico (tranquilizadora) y tratamiento nuevo.
Y ahora que parece que van mejor las cosas me surge la duda de si mirar al frente o contar con una recaída y no levantar la vista del suelo.
De estas líneas, escritas a vuelapluma, sale mi #relatosEsperanza ya para @divagacionistas.bsky.social .
